1. Católico.
El Colegio suscribe los principios educativos de la Iglesia católica, y esto implica y exige un testimonio de fe en cada uno de sus miembros; testimonio que se concreta sobre todo en las opciones, decisiones y acciones cotidianas, siguiendo a Jesús Maestro como modelo a imitar, y al Apóstol San Pablo como ejemplo de discípulo.
En fidelidad a los principios que fundamentan nuestro proyecto educativo, para nosotros no existe oposición entre fe y razón, al contrario, ambas dialogan para acercarnos a la verdad del hombre, iluminada por la Verdad que es Cristo.
2. Científico-Humanista.
Nuestro currículum es científico-humanista, y lo entendemos como el puente que une la escuela con la cultura. Esto significa, entre otras cosas, que gestionamos los saberes en función de la justicia social, para que todos nuestros estudiantes cultiven y desarrollen las habilidades necesarias en el siglo XXI, especialmente: comunicar ideas, trabajo colaborativo, creatividad y pensamiento crítico. De este modo podrán insertarse en la sociedad como agentes de cambio y de evangelización.
3. Social.
El amor inspirado en Jesús, y el discipulado a imitación de San Pablo Apóstol, nos impulsa a ser comunidad en salida, puertas abiertas, en servicio al mundo que habitamos y al país del que somos ciudadanos. Como colegio de Iglesia, nuestra ética se vive en diálogo respetuoso y constructivo con las sociedades y las culturas.
Por lo mismo, todo lo humano pertenece a nuestro afán y razón de existir, y sin ello nada de lo que somos y hacemos tendría real sentido y trascendencia.